Escuela y entorno digital: el profesor 4.0

El último periodo histórico que acabamos de atravesar ha sido difícil, una prueba muy dura para todos, incluida la escuela italiana y la educación en general. El cierre provocado por la pandemia de coronavirus -que nadie esperaba- y todas las consecuencias que ha generado dentro de la estructura escolar, ha traído consigo considerables inconvenientes. Alumnos y profesores, pero también todo el personal de la escuela, tuvieron que enfrentarse a días de suspensión, incertidumbre y enseñanza distante. Las interacciones se volvieron intrínsecamente telemáticas e «inteligentes», y en poco tiempo requirieron competencias e infraestructuras informáticas que tanto profesores como alumnos no encontraban fácilmente.

Hoy, más que nunca, se requieren competencias tecnológicas e informáticas avanzadas para el profesor, que necesita actualizarse para convertirse en un profesor 4.0. Lo mismo ocurre con las escuelas, que deben trabajar para crear un tejido tecnológico y de infraestructuras informáticas a la altura del nuevo entorno digital. La formación del profesorado y la dotación de aulas digitales con componentes de hardware y software capaces de gestionar una enseñanza cada vez más inteligente e interactiva constituyen el núcleo del progreso escolar.

El proceso de cambio ya está en marcha y toda escuela debe participar en él para mejorar su sector tecnológico: en este artículo descubriremos qué pautas debe seguir un profesor 4.0, qué tecnologías pueden marcar la diferencia en el entorno escolar y cómo mejorar la digitalización y el enfoque didáctico a través de la educación digital, fundamental para una escuela cada vez más inteligente y acorde con el mundo que nos rodea.

Cómo está cambiando la escuela: la evolución hacia la educación digital

Sabemos que el paso a la enseñanza a distancia no fue una opción ampliamente compartida por todos: a pesar de ello, sin embargo, era la única manera de garantizar la continuidad y una relación -aunque a distancia- entre profesores y alumnos. Así pues, el aprendizaje continuó durante los meses de cierre, a través de un forzamiento en el que participaron miles de estudiantes y profesores de todo el mundo: el personal docente tuvo que arremangarse y cubrir en poco tiempo el vacío de conocimientos necesario para seguir enseñando a través del enfoque digital.

Sin embargo, no todos los profesores disponían de las herramientas y habilidades necesarias para realizar un trabajo adecuado, y lo mismo ocurría con muchos alumnos, que no contaban con la infraestructura tecnológica que les proporcionara la máxima conectividad y operatividad. Además, no todos los centros públicos y concertados pueden garantizar una transición tan inmediata en cuanto al entorno digital. En los últimos años, de hecho, se ha avanzado mucho en este campo, y cada vez más escuelas han integrado importantes componentes tecnológicos, con el fin de hacer su enseñanza más inteligente, y trabajar hacia una estructura que tiende cada vez más hacia el llamado aprendizaje combinado, pero esto sólo afecta a un pequeño porcentaje de las escuelas italianas.

El resto, durante un cambio de régimen tan acelerado, sufrió la inadecuación de su sector digital y tecnológico, siendo incapaz de garantizar lo mejor en términos de enseñanza a distancia. Lo mismo puede decirse de la formación de los profesores y de los equipos informáticos de que disponen: no han estado a la altura de una transición rápida a las competencias que ahora deben ser las del profesor 4.0.

Afortunadamente, nos hemos dado cuenta de la capacidad humana para afrontarlo, y el proceso de mutación digital -que en años anteriores se había producido aunque lentamente- se ha acelerado por fin, y la mayoría de las escuelas de todo el mundo participan ya en él.

¿Por qué se necesitan competencias digitales y nuevas herramientas para la educación digital?

Desde hace algún tiempo, hemos visto cómo la pizarra interactiva y el registro electrónico se han convertido no sólo en herramientas de apoyo a la enseñanza, sino en elementos esenciales en el proceso de evolución hacia la educación digital.
Aunque antes se utilizaban de forma ocasional, los centros escolares que ya habían emprendido el camino de la digitalización podían ahora hacer uso de estas herramientas para mejorar y garantizar el potencial de aprendizaje, sin que la comunicación se viera interferida durante el cierre.

En general, la pizarra digital interactiva siempre se ha infravalorado, pero la realidad es que se trata de un potente medio comunicativo que, sin duda, puede mejorar el enfoque 4.0 de la educación. De hecho, las nuevas escuelas, aquellas que tienden a convertirse en inteligentes y a interactuar diariamente con un entorno digital de última generación, saben que herramientas como la pizarra digital interactiva y el registro digital son la base para conducir a la escuela hacia una evolución, ya que garantizan una recogida de datos sencilla y segura, mejorando los niveles de participación, evaluación y aprendizaje.

Hasta antes del cierre, muchas escuelas habían tomado medidas para introducir nuevas herramientas para profesores y alumnos, mediante intervenciones que contrarrestaran el ciberacoso, cursos de educación con nuevos medios, cursos de seguridad de redes informáticas y proyectos de prevención de la adicción a los juegos: la red digital crecía, sin duda, pero aún demasiado despacio. Eran caminos largos y no todas las escuelas italianas podían garantizar entornos capaces de ofrecer oportunidades de aprendizaje inteligente a través de la didáctica digital.

Sin embargo, tras los primeros días de marzo, la Escuela tuvo que forzar el proceso de transformación para ofrecer una enseñanza a distancia adaptada a la nueva forma de comunicar. En cuanto a los profesores, se puede hablar en todos los sentidos de un proceso de aprendizaje: en estos meses ha mejorado el grado de profesionalidad y competencia del profesorado. No cabe duda de que el aprendizaje ha sido todo un reto: si la Industria 4.0 tuvo que ver con la cuarta revolución industrial, los profesores de hoy han llevado a cabo una auténtica revolución digital y se han adaptado cada vez más a las nuevas normas de la educación digital y el aprendizaje inteligente.
Los profesores de hoy manejan mejor los datos, realizan varias tareas a la vez, conectan rápidamente con los alumnos y el personal docente, crean contenidos multimedia e incluso elaborados, poniendo al servicio de su trabajo las habilidades de los nativos digitales.

No obstante, hay que reconocer que ya en los últimos años se había avanzado hacia un proceso de digitalización, aunque lento: esto permitió entonces afrontar el periodo de cierre con herramientas y competencias bastante adecuadas, aunque no en todas las escuelas. Precisamente por este motivo, hoy es necesario acelerar el proceso de transformación, para cerrar la brecha y mejorar todos los aspectos y diferencias, garantizando un aprendizaje inteligente y digital para cada estudiante italiano.

Al fin y al cabo, los alumnos que vayan a la escuela en un futuro próximo buscarán entornos escolares digitales y vanguardistas. Se inclinarán por las escuelas que puedan ofrecer equipos informáticos adaptados a las nuevas exigencias, con profesores 4.0 especialmente formados para saber gestionar adecuadamente un entorno digital.

Qué se necesita en una escuela digital: educación inteligente y profesor 4.0

Con la llegada de la tecnología a las escuelas, cambiarán las tareas de cada figura profesional y su formación: obreros, técnicos, administrativos, directivos y profesores tendrán que enfocar el trabajo de forma más atractiva, creativa y dinámica.

Basándonos en lo ocurrido durante los meses de aprendizaje a distancia, está claro que la educación inteligente será la base de la nueva educación y del nuevo modelo educativo del siglo XXI. Las nuevas generaciones de nativos digitales están muy interesadas en esta dimensión. Espacios como el Palacio de los Deportes Electrónicos o el Laboratorio Digital son herramientas importantes para la inclusión y la agregación de los niños, pero también ideales para el aprendizaje interactivo y dinámico a través de la experiencia emocional, física y visual.

Hay muchos estudios que demuestran que la interactividad y las emociones pueden acelerar el proceso de aprendizaje y mejorar la capacidad de recordar conocimientos a largo plazo. Promover el potencial educativo de la enseñanza interactiva en las nuevas escuelas digitales es, por tanto, el núcleo del proceso de transformación.

Por tanto, la enseñanza debe orientarse al aprendizaje público y colectivo: los procesos educativos deben activarse de forma cooperativa, mediante un dispositivo de investigación y experimentación. Las nuevas escuelas digitales tendrán que educar tanto a profesores como a alumnos en esta metamorfosis para capacitar a todas las partes de la comunidad escolar. Los padres también participarán en este proceso, ya que tendrán que considerar posibles formas interactivas e inteligentes de mantener conversaciones con padres, profesores y niños, a través de mesas de escucha y plataformas de conferencias a distancia como Teams, Skype, Meet, Zoom u otras.

La educación mediática y los objetivos de la Escuela Digital

Los medios de comunicación forman parte de nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. Evidentemente, saber interpretar las noticias que transmiten los medios de comunicación es una competencia fundamental para los ciudadanos del futuro y, por tanto, para los estudiantes de hoy. La nueva Web 2.0, nacida con la llegada de las redes sociales, ha transformado Internet y también ha creado enormes oportunidades de comunicación e información «desde abajo». Esto ha complicado aún más el proceso de comprensión de los medios de comunicación y, hoy en día, desenredarse dentro de este mundo es complejo y requiere mucha atención y conciencia.

¿Qué es, pues, la educación mediática en detalle? La eucación mediática es una asignatura fundamental, sobre todo en las escuelas: no sólo abarca los nuevos tipos de medios, sino todos los medios, por tanto también el cine, la radio, la prensa, la televisión y la Web. Hoy en día, uno se informa a través de todas estas herramientas y, por este motivo, ni siquiera la Escuela puede quedarse atrás, sino que debe seguir el ritmo de la evolución de los medios de comunicación y utilizar todas las plataformas disponibles.

El laboratorio de educación mediática es, por tanto, un taller creado y desarrollado con el objetivo de dotar a los jóvenes de las mejores herramientas para comprender cada uno de los mensajes que ofrecen los medios de comunicación, -conociendo las dinámicas que se pueden crear- para reelaborarlos de forma autónoma desde un punto de vista crítico. La educación mediática, aplicada a Internet, puede ser crucial para conocer mejor las noticias y los mensajes que circulan en la red, a fin de poder discernir las diferencias y contextualizarlos.

Utilizando este método de enseñanza, la nueva Escuela Digital y los profesores 4.0 pueden aportar una metodología capaz de explicar el fenómeno mediático a los jóvenes, para que sepan interpretar su lenguaje: saber qué publicar, reconocer las fake news, saber manejarse en Internet y en los medios sociales, pero también en otros, son puntos cruciales para adquirir conciencia y competencias en la vida real (aunque a menudo sea virtual, afecta a la vida real).

Por tanto, las escuelas tienen hoy la tarea de no quedarse atrás en estos temas: hay que organizar cursos específicos para poner al día a los profesores y conseguir inculcar estos conceptos a padres e hijos.

Sin embargo, el nuevo entorno digital también debe adaptarse tecnológicamente y, por tanto, el hardware y el software deben ser capaces de gestionar la nueva dinámica de enseñanza. La modernización debe llevarse a cabo tanto en términos de infraestructura tecnológica e informática, adaptando el equipamiento disponible para la enseñanza con equipos de última generación como pizarras digitales de última generación e integrando las aulas con PC y tabletas, así como adquiriendo software que permita a los estudiantes comprender el nuevo mundo y crear contenidos que puedan mejorar la comunicación. De este modo, se adquirirán competencias que la «vieja Escuela» no podía dar, ya que sólo estaba atascada en un carril de enseñanza, el mismo carril que ahora, sin embargo, se enriquece con nuevos conocimientos digitales y multimedia.

El proceso de digitalización ha comenzado, acelerado por las últimas vicisitudes históricas: ahora se exige a las escuelas y a los profesores que trabajen en esta dirección, para garantizar una comunicación y un aprendizaje modernos que respondan a las necesidades del siglo XXI, en el que los métodos de enseñanza son diferentes, pero también las dinámicas sociales y culturales han cambiado. La revolución está en marcha y, poco a poco, mediante la adquisición de herramientas y competencias, el nuevo modelo cambiará definitivamente la estructura escolar.

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